¡Jesús es Navidad!



‎     En este mes de diciembre, para un numeroso grupo de cristianos comienza la disyuntiva entre «que se puede hacer y que no se puede hacer»; muchos, sobre esta época, aún no han conseguido comprender que la Navidad va mucho más allá de hacer o no hacer algo, más allá de una celebración o de una costumbre y que la verdadera Navidad es precisamente reconocer que ¡Jesús es Navidad!
     ‎En algunos países se celebra con gran algarabía la Navidad; pero en torno a un personaje llamado Santa Claus, del cual se dice que fue la empresa Coca Cola que inventó dicho personaje en 1920, para promover el consumo de su bebida, y que este a su vez desplazó a San Nicolás, un bonachón obispo de la ciudad de Myra; pero ni el uno ni el otro, pagó en una cruz por su amor a toda la humanidad.
     ‎Mientras algunos personajes solo llegan en el mes diciembre con una misión meramente comercial, Jesús está presente todo el tiempo, con la misión de acercarnos a Dios y salvarnos de nuestros pecados.
     ‎Hoy en nuestras Reflexiones en Familia recordaremos juntos una poderosa porción de la palabra inspirada por Dios, que en Juan, capítulo 3, verso 16, de la versión Reina-Valera 1960: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.
‎     ‎Amados, Dios envió a Jesús al mundo para que a través de Él podamos tener acceso a la vida eterna; pero por estos días miles de personas se preocupan más por los regalos, los estrenos, pintar la casa, las hallacas, por hacer una buena fiesta o por arreglar el arbolito, que por llegar a comprender el verdadero significado de la Navidad y la gran bendición que ello encierra.

‎Dios nos dio el más grande regalo, y que es el motivo de la navidad; su nombre: ¡Jesús!

‎     Queridos hermanos y amigos, sin Jesús no hay Navidad, y es por ello que en muchos hogares donde todo en esta época son regalos y fiestas, se puede sentir un gran vacío; ya que no hay regalo ni festividad que pueda hacer lo que el Hijo del Dios viviente hace en nuestras vidas, si abrimos a Él nuestros corazones. Muchos de nosotros, en alguna oportunidad hemos creído que el sentido de la Navidad está centrado en el día 25 de diciembre, porque por tradición se celebra el nacimiento de Jesús; sin embargo, debemos saber que está comprobado que Jesús no nació el 25 de diciembre; pero para nosotros los cristianos no nos debe importar si fue el 24, el 25 u otra fecha, ya que lo importante es que Jesús nació, y si queremos estar al tanto sobre el verdadero sentido de la Navidad, debemos ir a Juan, capítulo 3, verso 16.
‎‎¡El verdadero sentido de la Navidad, es creer en aquel que murió por mí en la cruz, para darme vida eterna!
‎     ‎Debemos tener presente que no es la época, sino el acontecimiento, ya que a lo largo de toda la historia de la humanidad nadie fue, es o será más grande que ese niño, y que es el acontecimiento histórico más extraordinario de todos los tiempos.
‎‎     “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”. (Lucas 2:8-12 R-V 1960).
‎‎     Amados, el nacimiento de Jesús además de extraordinario es significativo, porque cumplió la promesa que Dios le dio a su pueblo de enviar un Mesías para salvarlos; y hoy día, recordar ese nacimiento, también nos da la esperanza de que Él vendrá pronto y nos liberará de este mundo sufrido. ¡El nacimiento de Jesús es la mayor bendición recibida por la humanidad!
‎‎     “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”. (Isaías 9:6-7 R-V 1960).

‎Finalmente, amado hermano y amigo ¿Y tú, a quien celebras en Navidad?

¡‎Bendiciones para todos!

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